Laura Bozo se quedaría corta.
Bienvenidos al Show del Idiota—como cada noche transmitiendo en vivo desde la mal llamada oficina de los que piensan, un cuartucho donde las neuronas son de mentiritas, el escándalo es real y la mierda hace olas.
🎭 El episodio de esta noche? Un espectáculo carnavalesco y chillón cargado de zombis, falso pero muy orgulloso de su propia falsedad. El Único objetivo del script de hoy es hacerte más imbécil que Tonto y Retonto mientras el Poder maneja los títeres a la perfección, reescribe el final a su antojo y descarga por el inodoro la neurona que te queda. Si es que te queda alguna.
Dale — prendé la tele, agarrá el popcorn y tirate en el sofá. Hazlo como si fueras todo un gordo vago y barrigón, con cara de idiota — igualito al bicho feo de la foto.
Y tú, Mariita, relájate. A este Juanito le encanta hacerse el gracioso, pero siempre ha sido un idiota — y requete idiota — muchísimo antes de que tú aparecieras por aquí.
Y tú, mi amigo del otro lado de la tele, ríete de Juanito todo lo que quieras. Con esa cara de idiota, es M.A.S.A. (Make AmeriKa Stupid Again) en persona.
Sin embargo, fijate bien. No hace falta buscar mucho para encontrarte a ti también, ondeando tu propia bandera roja de M.A.S.A.
Como sea... ¡En sus marcas, listos, fuera!
Se sube el telón... Macho, macho men retumba a todo volumen. Entran dos políticos (¿machitos?) gritando y jalándose los moños de machotes (¿machotes?)... todo por culpa de los travestis.

Se baja el telón... Las focas aplaudidoras rebuznan histéricamente.
Se sube el telón de nuevo... Otro montón de políticos demoniza el hecho de sensibilizarse con las injusticias, ese woke yanqui tan temido.
Se baja el telón... y los rebuznos de la audiencia son más fuertes, más agudos, más histéricos.
El telón cae... Los mismos bichos en el mismo escenario. Ahora están amenazando con cerrar el Departamento de EduKación.
Cae el telón... pero las focas ya no rebuznan. Solo alzan las aletas mientras corean “¡hiaaa, hiaaa!”.
Sí, le roncan... pero...
Sube el telón... Entran los extras: asistentes, lamebotas y parásitos que engordan las nóminas de todo político. Todos, sin excepción, luchan por un selfie. Y para lograrlo, montan la parte más deprimente del show. Es cuando aparecen unos inmigrantes sangrientos que, al parecer, te van a robar el cheque semanal, tu cultura y tu tranquilidad de un plumazo.
Cae el telón... y el auditorio explota. Nada de aplausos respetuosos ni amables. Son aplausos que te hacen querer mudarte a otro planeta.
Конец
¡Qué coño! Se acabó el circo y ni pestañeaste.
Esos políticos te rellenaron de mierda mientras el Poder dirigía la orquesta desde la trastienda... ¡y ni te inmutaste!
Lamento decírtelo, pero me parece que te verías bien en una cochiquera.
De rodillas.
Tranquilito.
Obediente.
¿Y eres inmigrante como yo? Patético.